Por Analía Rivero , Grupo Jueves , Noemí Katzkowicz , Pablo Blanchard.
En un año tan particular, el país tiene por delante la discusión y la aprobación de la Ley de Presupuesto Nacional para el próximo quinquenio. Esta es una situación que ocurre cada cinco años y es una herramienta fundamental para conocer las prioridades de un gobierno y los objetivos que se plantea alcanzar. La Universidad de la República (Udelar) como ente autónomo tiene la potestad de formular su propuesta presupuestal, y debe remitirla al Poder Ejecutivo para que este la incorpore o no a su proyecto de ley a elevar al Parlamento, que en última instancia deberá discutirlo y dar su aprobación.
En ese contexto, la Udelar resolvió el 31 de julio su propuesta para el período presupuestal 2020-2024. Síntesis de un proceso de discusión y diseño por parte de los colectivos universitarios que comenzó en mayo de 2019 con la creación por parte del Consejo Directivo Central de la Comisión para el Diseño y Presupuestación de las Necesidades Programáticas de la Udelar 2020-2024. Esta aborda en 15 líneas programáticas las acciones que la institución planea emprender, profundizar y mejorar en los próximos cinco años.
Si bien aún no se conoce en profundidad la propuesta que el Poder Ejecutivo hará en materia presupuestal a la educación, las declaraciones de las autoridades de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y el Ministerio de Economía y Finanzas, que transmiten la idea de que la Udelar desempeña sus actividades de forma ineficiente, resultan preocupantes por los términos en los que plantean el debate.
Justificando la exhortación al recorte de 15% en el rubro de gastos e inversiones para la Udelar, impuesto en marzo a través del Decreto 90/020, la ministra Arbeleche manifestó que la institución tiene un presupuesto suficientemente grande como para recortar en otras áreas sin afectar la investigación. Por su parte, el director de la OPP, Isaac Alfie, declaró que la Udelar tiene un presupuesto enorme, que en los últimos años ha aumentado, en tanto el número de egresos permaneció constante. Dato incorrecto, ya que el número de egresos se incrementó 55% en el trienio 2016-2018 si se lo compara con el trienio 2004-2006. Igual de preocupante que el manejo incorrecto de la información es la forma simplista de evaluar el desempeño de la institución a través de la “producción” de egresados. Por eso, como punto de partida para una discusión informada sobre el presupuesto del próximo quinquenio, es relevante dimensionar la importancia de la Udelar, qué hace y cómo lo hace. Por razones de espacio, nos vamos a centrar particularmente en sus aportes a la enseñanza y la investigación en el país. Sin embargo, sus actividades se desarrollan en otros ámbitos, como la extensión y el relacionamiento con el medio, la atención a la salud, la cooperación nacional e internacional y la transferencia tecnológica, entre otras.
Las evolución de la enseñanza y la investigación en la Udelar a lo largo del tiempo1
La Udelar es la principal institución de educación terciaria y de investigación de Uruguay, con 80% de la matrícula universitaria del país, y en cuanto a la creación de conocimiento científico. Entendiendo estas dos variables como dimensiones fundamentales para el desarrollo nacional, resulta importante observar cómo han evolucionado en los últimos años.
En lo que respecta a la enseñanza, en los últimos años la Udelar ha desplegado una serie de reformas que buscan incrementar la cobertura y la culminación de la educación terciaria universitaria. Además, en 2007 comenzó un proceso para ampliar la oferta educativa en el interior del país, generando programas únicos a nivel regional. Los principales resultados de estos avances fueron:
La Udelar impartió en 2019 un total de 160 carreras de grado en los más diversos campos de interés en todo el territorio nacional, o sea más del doble que las carreras ofrecidas 20 años atrás.
Se pasó de 66.528 estudiantes activos de grado en 1999 a 139.830 en 2019, y las proyecciones indican que seguirán creciendo durante el quinquenio.
Las carreras de posgrado ofrecidas se multiplicaron por tres en los últimos 20 años, y pasaron de 100 en el año 2000 a 314 en 2019.
Los ingresos de estudiantes de posgrado pasaron de 1.250 en el quinquenio 2005-2009 a 2.573 en el quinquenio 2015-2019, por lo que su valor se duplicó.
La presencia de la Udelar se da en 11 departamentos del interior del país con 87 carreras a 2019, el doble de las 43 ofrecidas en 2007.
Del total de estudiantes que ingresaron en 2019, 14% lo hizo en centros del interior, mientras que en el año 2000 ese porcentaje se encontraba en torno a 4%.
Si pasamos ahora a la investigación, la Udelar es promotora de múltiples proyectos a través de variados instrumentos de financiamiento, y cuenta desde 1958 con el Régimen de Dedicación Total. Este permite a los y las docentes, a través de un incentivo económico, dedicarse de forma exclusiva a las actividades universitarias, con énfasis en la investigación, y es uno de los instrumentos con los que el país cuenta para financiar de manera continua la creación de conocimiento. En los últimos años también se han producido importantes avances en materia de investigación:
En 2010 la Udelar contaba con 720 docentes en Régimen de Dedicación Total, a 2019 son 1.408.
En el entorno de 140 docentes en Régimen de Dedicación Total se encuentran radicados en los Centros Universitarios Regionales del interior del país.
Actualmente hay un conjunto de docentes con la calificación necesaria para ser admitidos en el régimen y un plan de trabajo acorde aprobado, que no pueden ingresar debido a problemas presupuestales.
Los proyectos concursables que promueven la investigación de calidad de la Comisión Sectorial de Investigación científica, como grupos I+D y proyectos I+D, tienen una satisfacción de demanda promedio de aproximadamente 50%.
Los indicadores sobre el peso de la Udelar en la creación de conocimiento científico del país muestran una escasa diversificación de la inserción de recursos humanos altamente especializados, lo que constituye una limitación que difícilmente será superada en el corto plazo. Ante esta realidad, un recorte presupuestal en la Udelar impedirá que las próximas generaciones de docentes jóvenes tengan una inserción laboral razonable en el país.
La importancia de tener una universidad pública, abierta y de calidad
A lo largo de los años, la tendencia de la matrícula estudiantil ha ido en aumento, tanto al considerar los países desarrollados como los países en desarrollo, y la Udelar no ha quedado exenta de este fenómeno. No obstante, aunque la Tasa Bruta de Matriculación en la educación superior para Uruguay es levemente superior al promedio de América Latica y el Caribe, sigue estando muy rezagada respecto del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. En ese sentido, sería muy fructífero para el país cambiar el foco de discusión y ponerlo sobre el hecho de que enfrentamos un desafío central en los próximos años: continuar expandiendo y diversificando la oferta educativa terciaria en todo el país, con miras a generalizar su acceso y garantizando la calidad de su oferta educativa.
Generar un mayor y mejor acceso educativo presenta múltiples beneficios tanto para las personas que acceden a formarse como al resto de la sociedad a través de mayores retornos salariales, una mayor igualdad de oportunidades, mejores condiciones laborales, mejora en los niveles de inclusión social, una mayor recaudación fiscal, entre otras. Si se compara el desempeño en el mercado de trabajo de los egresados universitarios con personas mayores de 25 años, se puede ver que tanto las tasas de actividad como las de ocupación son mayores para los egresados universitarios, así como las tasas de desempleo son menores para estos. Además, la generación de procesos de innovación, tasas de crecimiento sostenidas en el tiempo, cambios de la matriz productiva e incrementos de productividad depende directamente de la capacidad de un país de contar con un número creciente de personas altamente calificadas en diversas áreas. A modo de ejemplo, el auge de las TIC sería impensable sin el desarrollo de las carreras de ingeniería de los años 70. La generalización de la educación física en los liceos no hubiera sido posible sin el aumento de los cupos en las carreras de educación física. El ejemplo que hoy es Uruguay en el manejo de la crisis sanitaria generada por la pandemia es el resultado y el esfuerzo de lo aportado por un gran número de profesionales universitarios y de las actividades de investigación e innovación que la Udelar realiza en el país.
¿Por qué es necesario un incremento presupuestal en la Udelar?
En el presente artículo hemos intentado dar un panorama amplio de lo que hace la Udelar, al tiempo que aportamos datos sobre su evolución en los últimos años que, lejos de mostrar una institución lenta e ineficiente, da cuenta de que la Udelar es capaz de transformarse y alcanzar resultados auspiciosos cuando cuenta con recursos.
Por su parte, la Propuesta de la Universidad al País 2020-2024 nos muestra que estas transformaciones no constituyen un proceso cerrado, sino que se encuentran en pleno desarrollo y que las propias transformaciones han hecho surgir nuevos desafíos, por ejemplo producto de tener más estudiantes, provenientes de contextos socioeconómicos más diversos, mejor distribuidos en el territorio, que egresan más y que continúan estudiando a nivel de posgrado.
El país lleva adelante la discusión presupuestal en un contexto de crisis sanitaria, social y económica. A esto se agrega una definición de política económica por parte del gobierno de realizar un ajuste fiscal, en medio de la peor recesión mundial desde la Segunda Guerra Mundial, que va a contracorriente de las medidas tomadas por la mayoría de los gobiernos. De hecho Uruguay es, dentro de un conjunto de 17 países de América Latina analizados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),2 el país que ha realizado el menor esfuerzo fiscal para mitigar los efectos sociales y económicos de la pandemia. Estas condiciones son particularmente propicias para que el debate sobre el presupuesto educativo se centre en aspectos de corto plazo, sobre cómo reducir el déficit, cómo generar ahorros inmediatos, e incluso sobre generar falsas dicotomías entre destinar recursos a enfrentar la emergencia social y económica o destinarlos a la educación. A esto se suma que una característica de la educación en general y de la terciaria en particular es que los frutos de la inversión no son visibles en el corto plazo, y por lo tanto es tentador para un gobierno sin una mirada estratégica realizar ahí los recortes.
Utilizar como una de las variables de ajuste el presupuesto de la Udelar tendrá importantes consecuencias sobre la capacidad de la institución de continuar con el proceso de transformaciones que está en marcha. A modo de ejemplo, acentuará el deterioro del número de docentes por estudiantes, dificultará la implementación de diversas carreras que ya fueron aprobadas, impedirá el fortalecimiento de la presencia de la Udelar en el interior del país, generará un deterioro en la capacidad de absorber docentes preparados que tienen una alta demanda en otras regiones del mundo. Además, no se debe perder de vista que una reducción presupuestal va a potenciar el efecto negativo de la crisis sanitaria en la cohorte de estudiantes afectados, generando cicatrices generacionales que se verán en el mediano y el largo plazo.
Debemos reafirmar que la asignación presupuestal es una cuestión política y de prioridades, y tanto la decisión de realizar un ajuste fiscal como la de dónde realizar los recortes y dónde no no pueden fundarse en excusas ni en datos incorrectos. Creemos que estamos a tiempo de elevar la mirada e identificar a la inversión en ciencia, tecnología y educación pública como uno de los determinantes de largo plazo del desarrollo económico, social y cultural del país.
Agradecemos los enriquecedores comentarios de Rodrigo Arim y el Grupo Jueves.
A menos que se indique lo contrario, todos los datos del artículo son tomados de la “Propuesta de la Universidad al País 2020-2024”. ↩
“Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones”, CEPAL, julio de 2018, disponible en www.cepal.org/es/publicaciones/45782-enfrentar-efectos-cada-vez-mayores-covid-19-reactivacion-igualdad-nuevas ↩
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